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San Isidro cierra una feria de récord en Panes

Ni los más viejos de Peñamellera Baja recordaban una feria de San Isidro tan multitudinaria como la que ayer se celebró en Panes. A la grandiosa finca de San Román acudieron 520 cabezas de ganado: 443 vacas, novillas y terneras, 59 yeguas y caballos y 18 ovejas, acompañadas por un mastín. Y superaban el millar los vecinos, turistas y curiosos que pasaron por el recinto ferial, sin que faltaran candidatos locales y autonómicos del PP, PSOE, Foro y Podemos a las elecciones del 24 de mayo. A lo largo de la mañana ocho carrozas artísticamente engalanadas recorrieron las principales calles de la villa de Panes. El Ayuntamiento de Peñamellera Baja destinó «4.500 euros» al evento, según precisó el alcalde, José Manuel Fernández.

La arteria central de Panes, la carretera que conduce hacia Potes, acogió la vistosa 'pasada' de impresionantes rebaños de vacas desplazados desde Merodio, Cimiano, Alevia, Siejo, La Comporta y el propio Panes. El más numeroso era del de Manuel San Román, formado por 131 vacas y novillas y 41 yeguas. El último en presentarse, superado el mediodía, fue el de Julián Collado, un ganadero excelente y puntilloso que aportó a la feria 82 reses procedentes del puerto de Uzyabes. Para desplazarlas necesitó el concurso de «casi 30 rapaces a los que invitaré a comer en La Covadonga». Collado valoró que la feria «está muy animada porque el alcalde se movió y los ganaderos colaboramos». De sus propias vacas comentó que «las traigo porque me gusta presumir. Me hace ilusión que las vean y apoyar un buen día de feria en Panes», concluyó.

El regidor de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández Díaz, confirmó las palabras de Julián Collado al detallar que desde el Ayuntamiento se subvencionaba la presencia de reses «con cinco euros a cada vaca o caballo y tres a las ovejas». Y explicó que a cada una de las carrozas se la premiaba «con 120 euros y un trofeo». Ante el enorme gentío que ayer había en Panes, el regidor comentó que «se nota que los ánimos de los ganaderos están mejor que en pasadas ediciones. Participan y colaboran y ese es el espejo real de la mejora de las condiciones en el sector».

Acompañando a los políticos socialistas que ayer buscaban votos en Peñamellera Baja se encontraba María Jesús Álvarez, consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, quien calificó como «excelente» la aportación de los ganaderos a la feria. De sus últimos cuatro años al frente de la consejería valoró «la recuperación de las razas autóctonas» y adelantó que el reto que le queda pendiente al sector es «la consolidación del relevo generacional».

El principal motivo de la feria era el de servir como escaparate a los ganaderos locales y por esa razón las ventas pasaban a un segundo término. El único tratante que acudió al certamen peñamellerano fue el llanisco Amador Molleda, de Balmori, quien a primeras horas de la mañana le compraba a Manuel San Román «tres vacas de Valles con cría, a 1.500 euros por cabeza, y un ternero de seis meses, en 600 euros».

Las carrozas llegaron desde diferentes localidades del concejo y escenificaban estampas de la vida rural: las cosechas, la matanza, la elaboración de la miel, los gallineros y hasta una clínica veterinaria. 

Referencias

El Comercio