Panes sienta cátedra en bolo palma - ayto-penamellerabaja
Panes sienta cátedra en bolo palma
"Tiré de chiquita, pero ya ni me acordaba". Alejandra González Sardina rememoraba ayer sus primeros lanzamientos de bolo palma, que realizó cuando era niña. Vive en México, veranea en Panes, de donde son sus antepasados maternos, y ayer se acercó al taller que se imparte en la bolera del Museo de los Bolos. Acudió a la cita junto a sus tres hijos, Mateo, Borja y Lucas, y a su progenitor, Ramón. Le encantó la experiencia. Repetirá.
Tiene buen maestro. Y cercano: Isidro Caballero Sardina, primo hermano de su madre, presidente de la Asociación Bolística "Pico Peñamellera", entidad organizadora del evento, y gran jugador, que ayer actuó como "ayudante" del campeonísmo que imparte el taller, Benito Fernández, "El rapaz de Alles", el más grande jugador de bolo palma que ha dado Asturias, como demuestra el hecho de que haya sido el único deportista no cántabro en ganar el Campeonato de España de primera categoría, y además por partida doble, en 1966 y en 1971.
No sólo de España y México acudieron alumnos al taller peñamellerano, que la asociación con sede en Panes organiza con la colaboración del Ayuntamiento de Peñamellera Baja. La chilena Ana María Soto, que reside en Barcelona y veranea en Panes, de donde es su suegra, tampoco quiso perderse el taller. "El año pasado vi un torneo de bolos, pero no me enteré de casi nada, así que hoy decidí venir porque me gustan los bolos y las tradiciones de la zona", señaló la alumna, de 41 años de edad. No acudió sola, lo hizo junto a su hija, Catalina Fernández-Pola. Está dispuesta a asistir al taller todo el verano.
Daniel Pelayo, natural de Santander y residente en Panes acudió al taller "para entrenar". Tiene 12 años y juega en la peña de Unquera. Ya participó el año pasado en el taller y vuelve para "aprender más trucos"
Antonio Pérez quiere jugar a los bolos como su hermano Alejandro, que tiene 10 años y ya "sabe tirar", y como su abuelo, el exalcalde Roberto González, y su tío, Alberto Fernández, que es, además, monitor del taller. El chaval, con 7 años de edad, ya tiró más veces en Suarías, el pueblo de sus antepasados, y le gustan los bolos, sobre todo tirar "para la mano". Acudirá al taller "todo el verano", salvo aquellos días en que se lo impidan las clases particulares, a las que acude no para recuperar materias suspendidas, sino "para aprender más", aclaró el chaval.
Emilio Eulebres, quinceañero de Robriguero, decidió asistir al taller para recuperar la forma: hace un año que no juega porque se rompió una mano. Ahora quiere volver por sus fueros.
Raúl Rodríguez, de Panes, está ya federado y juega en la peña Luey de Cantabria. Acude al taller para entrenar y para mejorar su juego.
Mario Ceballos, de Siejo quiere ser jugador de fútbol y de bolos cuando sea mayor. Tiene 7 años es ayer tiró por primera vez. Le gustó. Repetirá.
Mariví Coronado, de 8 años, es mexicana, y está de vacaciones en Panes porque de allí es su abuela. Ya jugó el año pasado y le gustó, pero "no tanto como los bolos de México, el boliche". Pese a ello, quiere asistir al taller todo el verano.
El primo de la anterior, Gonzalo Tirado, discrepa. Aunque nació en Madrid, vive en México desde que tenía 3 años, tiene varios familiares en la capital de Peñamellera Baja, y para él el bolo palma es "mucho mejor que el boliche". ¿Por qué? "Porque aquí se birla y allá no". El chaval tiene experiencia en la disciplina autóctona: lleva dos años jugando y ya participó en varios torneos, en Siejo y Panes.
Enol García, de 7 años, es vallisoletano, del Real Madrid y del Sporting. Su familia paterna es de Panes y allí veranea. Va al taller de Benito Fernández a jugar y a divertirse. Y el evento ha cumplido sus expectativas. Tanto que volverá todo el verano. Hasta ayer no había lanzado ni una bola. "No me dejaban", quizá porque era pequeño. En el taller de Panes nadie le puso problemas y, encima, le enseñaron los conceptos básicos del lanzamiento.
El monitor Alberto Fernández Blanco, que vive a caballo entre Madrid y Peñamellera, jugo como aficionado varios años en la capital de España. Estuvo federado y ha decidido "echar una mano" a Benito Fernández y a Isidro Caballero.
"Técnica y facultades físicas" son las dos cualidades indispensables para ser buen jugador de bolos. Palabra de campeón. Benito Fernández, que ahora tiene 71 años, es el principal protagonista del taller que lleva su nombre, que se celebra los martes y los jueves, hasta el 14 de agosto, de las once de la mañana a la una de la tarde. Un taller abierto a todo el mundo, sin límite de edad, y con tres niveles diferentes de aprendizaje, en función de la experiencia de cada alumno. Todo son facilidades: no se necesita inscripción. El taller es gratuito y la asistencia puede ser puntual o continuada. El año pasado pasaron por el taller un total de 57 personas. Ayer, primer día del curso, acudieron más de 20.
La organización ha decidido este año incentivar la participación. Así, a todos los alumnos que acudan, al menos, a cinco sesiones, se les regalará una camiseta de recuerdo. Hay más: aquel alumno del denominado "nivel 1", que incluye a los más experimentados, los que ya están con Benito Fernández, que consiga derribar siete bolos al birle recibirá como regalo una táblet. Aún más: los que asistan a nueve sesiones (son diez en total) entrarán el último día en el sorteo de una bolsa con material deportivo y escolar.