La Mancomunidad de los Concejos del Oriente de Asturias quedaba ayer nuevamente constituida. Un pacto entre Foro Asturias y Partido Popular, adelantado el pasado domingo por EL COMERCIO, colocaba al frente de la administración a Verónica Blanco, teniendo de alcalde del Ayuntamiento de Ribadesella por Foro. De esta unión también saldría el cargo de vicepresidente primero que, a partir de hoy, desempeñará el popular José Manuel Fernández Díaz, alcalde de Peñamellera Baja.

El acto plenario comenzaba pasadas las once de la mañana con un recuento de asistentes. La sesión obtuvo quórum al estar 23 de los 25 vocales de esta legislatura. Los únicos regidores ausentes de entre los trece Ayuntamientos que forman el ente fueron los alcaldes de Piloña y Ribadedeva, Carmen Barrera y Jesús Bordás, habiéndose excusado únicamente este último. Siguiendo con el orden del día se dio paso a la votación para la elección del presidente, momento en el que las tres fuerzas políticas representadas pidieron unos minutos de receso para acordar cuáles serían sus candidatos. Tras el descanso se resolvió que los socialistas, como ya se había adelantado en este diario, presentaban como candidato a la presidencia a Marcos Gutiérrez Escandón, alcalde del concejo de Parres. Foro y PP, por su parte, aunaban sus fuerzas para apoyar a una sola aspirante, Verónica Blanco, quien finalmente salió vencedora con trece votos frente a los diez que recibió el edil socialista. Una vez jurado el cargo, Blanco adelantó que espera que «esta legislatura que ahora comenzamos esté marcada por el consenso y los acuerdos entre todas las fuerzas políticas».

Tras la elección de la figura del presidente se procedió a decidir mediante votación quiénes serían las tres personas que ocuparían los cargos de vicepresidente primero, segundo y tercero. Los socialistas presentaron dos candidatos para la vicepresidencia primera y segunda, el propio Gutiérrez Escandón y el regidor de Onís, José Manuel Abeledo. El aspirante al primero de los cargos por Foro Asturias fue José Luis López, edil de Parres; mientras que los populares eligieron a José Manuel Fernández, quien finalmente resultó el vencedor de una votación que, por petición expresa del centro derecha, se hizo de forma secreta. Los dos puestos restantes, vicepresidente segundo y tercero, recayeron en los candidatos socialistas.

En una última votación, también a mano alzada, se nombró al tesorero. De nuevo hubo dos aspirantes, uno por parte de la unión entre Foro y PP, José Manuel González Castro, alcalde de Cangas de Onís, y otro por parte de los socialistas, Vanessa González Díaz, concejal del Consistorio cangués. Y otra vez la mayoría de centro derecha llevó al popular a ocupar el cargo.

De esta manera el partido de Álvarez-Cascos, recién llegado al panorama político, se hacía con las riendas de este ente supramunicipal después de 26 años liderado por el PSOE para, como ya habían anunciado días atrás, «intentar cambiar el rumbo de su gestión».

Cumpliendo los estatutos

Como último punto reflejado en el orden del día los vocales tuvieron que cerrar el calendario ordinario de actos plenarios para esta nueva legislatura. Los estatutos reflejan que, como mínimo, los miembros de la Mancomunidad deben reunirse una vez cada tres meses. Desde el partido socialista se abrió el debate con una propuesta, formulada por la regidora llanisca, Dolores Álvarez Campillo, en la que se trasladó la intención de reunirse una vez cada dos meses, durante todos los meses pares, y dentro de la última semana de cada mes. Un propuesta que no gustó a la derecha, que estimó como mejor opción la suya propia: celebrar un Pleno cada tres meses, ciñéndose a los estatutos, todos los últimos jueves de cada mes. Esta opción resultó ser la más votada aunque no por ello menos polémica ya que concejos como Piloña, Caravia u Onís también habían marcado esas mismas fechas para llevar a cabo sus Plenos municipales. La coincidencia o no de los actos plenarios de cada concejo con las reuniones de la Mancomunidad es algo que, como explicaban los vocales socialistas, «debe correr a cargo de la presidencia, quien debe trabajar para poner de acuerdo en fecha y hora a todos los alcaldes». La nueva norma quedó fijada aunque, como recordaba el vicepresidente, «quedará pendiente una reforma de los estatutos que estará directamente ligada al cambio de funcionamiento en la Mancomunidad».

La nueva presidenta comenzará esta misma semana a trabajar en su nuevo cargo para intentar llevar a cabo esos cambios de gestión que se habían anunciado y que pasan por intentar mancomunar un mayor número de servicios para disminuir los gastos de los Ayuntamientos, para lo que será imprescindible comenzar los diálogos con el Gobierno regional y conocer «con qué apoyo contaremos de cara a poner en práctica estos cambios», adelantó Sánchez.

Referencias

El Comercio (Andrea Inguanzo)