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Atrás Fallece en Panes Santiago Lorido, único sacerdote ordenado este año en Asturias

Fallece en Panes Santiago Lorido, único sacerdote ordenado este año en Asturias

La villa de Panes se despertó ayer conmocionada por el repentino fallecimiento, a las nueve de la mañana, del sacerdote tevergano Santiago Lorido García, de 35 años. Residía con su madre en un piso de la parroquia y fue el único sacerdote ordenado en Asturias este año (el 27 de mayo). Desde ese momento pasó a ayudar al párroco de las Peñamelleras, su amigo y compañero de Seminario Pablo Luis Gato. Estos días preparaba su primer destino, en las parroquias de Grandas de Salime, Pesoz y Oscos. Iba a tomar posesión el 11 de septiembre. Un médico, que acudió en ambulancia a su domicilio, intentó sin éxito reanimarlo, tras avisar los vecinos al 112, alertados por los gritos de auxilio de su madre.


Pablo Luis Gato Geada recordó que ambos llegaron de la mano a Panes el 25 de septiembre de 2011. «Él vino primero como seminarista y luego realizó labores de diácono. Tras ordenarse como sacerdote me ayudaba con la función de vicario parroquial. Él entró en el Seminario dos años más tarde que yo y desde aquella época teníamos relación», rememoró. «Era muy buena persona y estaba muy a gusto aquí en Panes. Lo decía cada poco. Era muy sociable y le gustaba hablar con todo el mundo. Estaba algo acatarrado y su madre le preparó una infusión. De repente sufrió un mareo, se cayó y ya no hubo forma de reanimarlo», señaló el sacerdote, quien indicó que Lorido estaba «muy ilusionado» por comenzar en unos días su labor como párroco. «El pasado lunes viajó hasta allí para conocer las parroquias y la casa rectoral donde iba a vivir», añadió.


Pese a su corta estancia en Panes, Lorido deja una gran huella. Carmen Sordo era su compañera en las partidas de parchís que jugaban a diario en el restaurante Covadonga. «Era muy agradable, le gustaba hablar con la gente», señaló Sordo. Luis Rugarcía Gómez era amigo de Lorido: «Llevaba aquí un año y habíamos entablado una gran amistad. Era muy majo y campechano y le gustaba hablar y tener contacto con todo el mundo. Era muy querido en el pueblo. Conmigo se portó siempre de maravilla y eso que no voy mucho a misa», dijo. El dueño del bar El Llagar, Emiliano Aramburu, era vecino del fallecido. Oyó a la madre pedir auxilio y llamó al 112. «Era muy majo y sociable», señaló. Otra de sus vecinas, Edelmira Díaz Herrero, indicó que «era una persona buenísima. Mejor no podía ser, tanto él como su madre».


El funeral por Santiago Lorido García será hoy, a las 11.30 horas, en el santuario de Nuestra Señora del Cébrano en Teverga, oficiado por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. El sábado se oficiará un funeral por su eterno descanso en Panes, a la una y media de la tarde. 

Referencias

La Nueva España (E. G. Cea)