Mejorar la seguridad en la carretera N-621 que une Panes con Potes. Ese es el objetivo de las obras que se están llevando a cabo en el concejo de Peñamellera Baja, en el desfiladero de La Hermida, y en las que se han invertido algo más de dos millones de euros. Un paquete de trabajos de mejora de infraestructuras cuya finalización es «prácticamente inminente», según destaca el alcalde, José Manuel Fernández, ya que «las obras ya están bastante avanzadas». Una de las reformas que fueron aprobadas por el Ministerio de Fomento y que no se contemplaban en el primer borrador del proyecto fue la modificación, por petición municipal, del «trazado de una curva en la carretera que enlaza Panes con Cangas de Onís».

La primera de las actuaciones en llevarse a cabo fue la mejora de la pavimentación de la vía que ya apura los últimos detalles. «Los trabajos dependen del tiempo que haga, pero acabarán pronto si lo permite la climatología», subraya el alcalde. Ahora los operarios trabajan en mejorar la señalización de la misma, sobre todo en las travesías de Panes, El Mazo y Buelles. Se pretende ampliar las aceras, colocar semáforos y también límites de velocidad.

Dentro de ese presupuesto de dos millones de euros y para reforzar la seguridad se colocarán también vallas y redes para reforzar los desprendimientos que puedan acontecer en la carretera y garantizar así la seguridad de todos los usuarios de la vía.

Senda peatonal

Por otra parte, el Consistorio está dando forma a otro proyecto independiente del anterior. Se trata de la construcción de un paseo peatonal paralelo a la carretera N-621, popularmente conocida como desfiladero de La Hermida. Constituye una vía de acceso y comunicación entre Cantabria y la parte occidental de la región castellana, así como, una ruta de innegable interés turístico por ser tronco principal de acceso a los parajes de los Picos de Europa.

Se trata de una carretera en la que es común el tránsito de turistas, la presencia de pescadores -al contar con varios cotos de pesca cercanos- y, además, es un paso obligado de peregrinos prácticamente durante todo el año. «Un carril de uso peatonal favorecería la actividad turística y, además, contribuiría a incrementar la seguridad», defiende Fernández. «Se trata de un proyecto complejo, de mucha envergadura y que lleva un tiempo considerable. En estos momentos el Ministerio se encarga de elaborar el borrador del proyecto», indicaba el regidor peñamellerano.

La voluntad del equipo de gobierno de Peñamellera Baja es completar estas obras de mejora de las infraestructuras del concejo, si es posible, en los próximos meses.