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El área de caravanas conectará con Panes para mejorar la seguridad de los peatones

El área de autocaravanas conectará con Panes para mejorar la seguridad de los peatones

La obra sigue lejos del proyecto comprometido hace cuatro años para el conjunto de la travesía de Panes, pero supone en la práctica la primera actuación de mejora en materia de seguridad. Desde esta semana están en marcha los trabajos para conectar el aparcamiento de autocaravanas, situado en La Atalaya, con la capital de Peñamellera Baja a través de una acera de en torno a 250 metros, instalación que se complementará con nuevas señalizaciones pensadas para reducir la velocidad en un tramo peligroso. «Era una gran demanda para llegar al pueblo, es una zona de bastante riesgo porque es nada más salir del Desfiladero y los coches circulan a mucha velocidad», explica el alcalde peñamellerano, José Manuel Fernández.

Los trabajos, a cargo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, permitirán habilitar un espacio para peatones en paralelo a la N-621, que se separará de la calzada a través de vegetación en forma de seto. «El fin es dar seguridad a los peatones y también viene bien para ir dotando de servicios al parking de autocaravanas», destaca el regidor, quien recuerda que el área estrenada en el verano de 2020 atrae a «mucha gente» y se ha empleado incluso para conciertos. De ese punto, recuerda, parte también la senda del Deva y en el mismo tramo se encuentra la capilla de San Juan de Ciliergo.

Esta primera intervención, que según los plazos trasladados al Ayuntamiento finalizará en «semanas», es tan solo un pequeña parte del proyecto de 1,5 millones de euros que llegó a estar contemplado en las cuentas estatales, con 500.000 euros para 2018 y el millón restante para 2019. La actuación incluía la construcción de dos rotondas en ambos extremos de la arteria principal de Panes, dos radares de medición con paneles informativos y sus correspondientes semáforos y la mejora y construcción de aceras. En total afectaba a los 1,5 kilómetros de travesía, pero los trabajos nunca llegaron a ejecutarse. «Estuvo dos años en los presupuestos y luego en 2020 se cayó», lamenta el alcalde, quien desde entonces viene reclamando explicaciones sobre el motivo. En este tiempo, ha venido apuntando al hecho de que el documento técnico de la obra se realizase durante la etapa del también popular Íñigo de la Serna al frente del Ministerio de Fomento, mientras que a la llegada del PSOE «desapareció» del presupuesto.

Entre los aspectos que juegan en su contra está también lo peculiar de la titularidad de ese tramo de la N-621. A pesar de discurrir por territorio asturiano, corresponde a la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria. «No nos beneficia», asume José Manuel Fernández, quien volverá a reunirse próximamente con el responsable de la unidad cántabra. «El proyecto era mucho más ambicioso, pero bueno es empezar», apunta el alcalde.

Desfiladero de la Hermida
Pendiente sigue también el inicio de la obra del Desfiladero de la Hermida, adjudicada por el Ministerio en 60,6 millones de euros. Fernández indica que la previsión trasladada al Ayuntamiento es que las tareas comiencen en «próximas semanas». El plazo de ejecución es de 48 meses, por lo que, de cumplirse los tiempos, debería estar finalizada en 2026. El proyecto consiste en la mejora e integración ambiental de la N-621 entre Castro Cillorigo y Panes.

El Desfiladero de la Hermida es la conexión del oriente asturiano con la zona cántabra de Liébana y soporta un intenso tráfico, de unos 2.500 vehículos diarios de media, cantidad que llega a triplicarse en los meses de verano.

Referencias

El Comercio