«Llevamos ocho días sin cobertura móvil de Movistar y no nos dan ninguna explicación». El alcalde de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández, manifestaba ayer su profundo malestar por una situación «sin precedentes», que está provocando «graves perjuicios económicos a las empresas, pero también riesgos, porque servicios municipales como la teleasistencia, el personal del Ayuntamiento o las ambulancias funcionan con ese operador».

El regidor asegura que la sensación es de «impotencia absoluta, porque no tenemos interlocutor, nadie que nos dé una explicación y la mayor parte de las veces tenemos que hablar con robots». Los vecinos solo se pueden comunicar por mensajería, pero únicamente si disponen de wifi. El Alcalde, como muchos vecinos, tiene que acercarse a menudo al vecino concejo de Ribadedeva para tener señal telefónica.

Más de lo mismo en el concejo de Peñamellera Alta, cuyo alcalde, José Antonio Roque, asegura que los habitantes del medio rural están «completamente abandonados, cada vez peor». Porque a la ausencia de cobertura móvil se une que el «apagón del cobre» llega en un momento en el que no hay fibra en la mayor parte del concejo, con lo que «la mayor parte de los vecinos se quedarán también sin teléfono fijo». A todo ello se suma que en Peñamellera Alta hay «zonas oscuras» en las que para adaptarse a la nueva tecnología de la TDT los vecinos tendrán que adquirir un aparato que cuesta más de 400 euros para el que, a diferencia del cambio anterior, no hay ayudas autonómicas.

Permanecen sin cobertura de Movistar desde el martes 7 las dos Peñamelleras y parte de los concejos de Cabrales y Ribadedeva.

Referencias